Al fin y al cabo todas las personitas tenemos 1000 caras aunque sigamos siendo las mismas. Con nuestra personalidad y valores pero que dependiendo de un acontecimiento, un comentario, una decisión, un gesto, una idea, nuestras expresiones y por ende nuestro estado de animo cambia. Se ve modificado, alterado o decaído y a veces sin saber exactamente el hecho en sí que nos lo ha provocado o es más sin ser totalmente consciente de que algo o alguien nos ha cambiado el día. De repente:¡ plas ! sale de una manera u otra. O no, pero como dice Fiona, “mejor fuera que dentro". Y a mi, por lo visto, me sale de esta manera, dibujando. Mi gran amigo Enrique dice que son un reflejo de mi estado de ánimo. Podría ser, quizás, no quiero pensar si así es. Ni siquiera tener en cuenta de si esto gusta o no. Sólo quiero seguir sintiéndome libre al hacer estos, cómo llamarlos: dibujos, caras, expresiones. El reflejo del estado d...